Muchos de vosotros seguro que habéis vivido la etapa del primer novio/a en vuestra vida. El primer amor, es la primera ilusión que resulta ser casi siempre la más intensa. Un momento en que sientes que estás en las nubes, y tienes a otra persona en quien confiar aparte de tu familia y amigos.
El salir con alguien en serio por primera vez, implica que tus amigos/as y la gente que te rodea sabe que tenéis una relación y que sois una pareja. Sólo piensas en él/ella, y te distraes haciendo otras cosas.
Y es que dicen que “El primer amor nunca se olvida”, y es una frase muy cierta porque independientemente de que como haya sido esa experiencia, indudablemente se queda en nuestros recuerdos…
Aunque pase el tiempo, si las personas se vuelven a encontrar con quien fue su primer amor, se despiertan ciertos sentimientos que se creían olvidados, y a veces es tan fuerte que vuelve a reunir a la pareja e incluso a causar grandes problemas cuando cada uno tiene por su lado una relación sentimental formal.
Cualquier cosa que hagamos o tengamos por primera vez es difícil de olvidar y mucho más en el terreno del amor, nos deja una marca indeleble en el alma y el corazón. El amar por primera vez es un despertar a una gran variedad de sentimientos que no habíamos experimentado antes por nadie.
Vemos las cosas de mejor manera, sonreímos y somos más accesibles; nuestra autoestima se eleva. A partir de ese amor, generalmente los jóvenes encuentran un punto de partida a su vida amorosa y a la apreciación de un mundo completamente distinto.