Aunque nos pueda parecer imposible realmente puede ocurrirnos. Cortar una relación suele conllevar el alejarse de nuestra ex pareja para superar la ruptura, evitando todo contacto con ella para evitar sufrir más de lo necesario. Desgraciadamente en muchas ocasiones ella misma suele formar parte de nuestro grupo de amigos y se sigue manteniendo la amistad con tu ex, obligándonos o a soportar estoicamente la situación o a alejarnos del grupo, viéndoles cada uno por separado. Es aquí donde podemos ver que nuestra ex sale con uno de los amigos, surgiéndonos miles de pensamientos sobre todo lo que lo rodea: pensamientos sobre ella, sobre nuestro amigo, incluso sobre nosotros mismos.
Debemos trabajar en todo momento sobre nosotros, siendo sinceros a nuestros pensamientos y a cómo nos sentimos. La rabia, la frustración y los sentimientos de traición por parte de ellos pueden asaltarnos, dando paso a compadecernos por no haber previsto que pudiese ocurrir, sintiéndonos las personas más desdichadas del mundo. Sin duda es uno de los momentos más difíciles que podemos vivir pero debemos tratar de repetirnos en los momentos más duros la base de lo que ocurre: ella ya no es nuestra pareja. Lo que haga o decida no nos tiene que influir en absoluto, no tenemos ninguna potestad sobre ello y ante todo no nos debe interesar.
La relación con nuestro amigo dependerá sobre todo de la confianza que tengamos con él. No debemos entrar en valoraciones sobre si es correcto o no que se deba salir con una ex pareja de alguien del grupo. Cada uno tiene su propia forma de verlo, y deberemos ser fieles a la nuestra. En este punto no hay que sentir vergüenza si preferimos no verle más, mientras lo tratemos con el debido respeto, solo nosotros somos capaces de valorar hasta qué punto nos ha afectado. La confianza sale primero de uno mismo, y ser capaces de aceptar la situación o no dependerá completamente de nosotros.