Los hijos son para muchas parejas la muestra definitiva de amor en la relación. Una de las situaciones más incómodas es en la que descubrimos que no podemos tener hijos por cuestiones médicas. Tanto en el hombre como en la mujer es una situación que arrastra a nuestra pareja: ella tampoco podrá tener hijos, al menos con nosotros. ¿Qué podemos hacer en este caso?
Hay que valorar hasta qué punto queremos a nuestra pareja para decírselo antes o después. La ausencia de la posibilidad de tener hijos es capaz de ahuyentar a muchas personas antes de iniciar una relación seriamente. Si lo decimos demasiado rápido sin haber consolidado la confianza crearemos un rechazo poco natural, haciendo que lo que parecía que pudiese llegar a mucho más desaparezca por este inconveniente. No quiere decir que lo ocultemos, al igual que no contamos todo desde el principio debemos saber el impacto que tienen este tipo de secretos en los demás.
Con una pareja estable siempre debemos decir lo que nos ocurre. No hay que dudarlo, incluso aunque tengamos miedo de que nos puedan abandonar. En algún momento llegará la conversación sobre los hijos, a pesar de que pueda tardar todavía años en que aparezca. Si lo mantenemos oculto solo estaremos empeorando una situación inevitable con el tiempo. No tiene que ser necesariamente traumático, ante todo debemos mostrar los sentimientos que tengamos tanto por la relación como por el problema que vivimos.
Para decirlo es más importante que seamos directos antes de movernos con rodeos. No hay nada peor que tratar de endulzar un problema grave que hemos estado ocultando. Hay siempre que explicar tanto los datos objetivos sobre lo que nos ocurre como la parte emocional, centrándonos en la relación y las intenciones que tenemos de continuar a pesar de lo que nos ocurre.