Esta es una de las situaciones más embarazosas que podemos vivir. Cuando una persona nos confiesa que le gustamos está haciendo uno de los mayores esfuerzos que podemos imaginar, abriendo unos sentimientos que prácticamente siempre quedan en nuestro fuero interno. Por ello lo primordial antes de aprender a cómo rechazar a alguien es que debemos mostrar respeto hacia esa persona, sin reírnos ni burlarnos en ningún momento. Solo tenemos que echar la vista atrás para que descubramos la cantidad de decepciones en temas amorosos que habremos sufrido en nuestra vida. No hagamos lo que no queremos que nos hagan.
El primer punto es ser muy claro y no dar pie a ninguna esperanza. Sienta muy bien saber que le gustamos a otra persona y que está ilusionada pero este subidón de autoestima puede tornarse como sufrimiento ajeno si no tenemos cuidado. No consiste en decirle que no secamente pero desde luego tampoco debemos andar con rodeos, hay que tratar de dejar claro que no sentimos nada por el motivo que sea sin frases como ”quién sabe en el futuro”, ya que solo conseguirán hacer daño.
A su vez, aunque podamos pensar que las explicaciones sientan peor, es bueno aclararle porqué no queremos nada con él o ella. No hay nada peor que no saber qué es lo que ha fallado porque muy probablemente acabaremos achacándolo a errores personales. Pueden ser mil motivos pero si no queremos dar un exceso de explicaciones lo mejor es decirle que no crees que vayáis a funcionar y que antes de sufrir los dos es mejor no comenzar algo que no llevará a nada. Con ello lograremos desplazar la culpa a una situación que se escapa de nuestro control, evitando una escena que solo conseguirá lastimar a ambos.