En el amor todo vale, y aunque los hechizos como tal tienen mala fama cada día más personas se acercan a este método para tratar de conquistar a un hombre o la mujer que aman. ¿Son reales estos hechizos? No en su transfondo fantástico, pero sí ayudan a nuestro propósito. Quemar una rama de incienso mientras recitamos un hechizo no va a hacer que se enamore de nosotros, pero sí nos dará una inyección de motivación que antes no teníamos.
Más que buscar hechizos concretos es mejor que recurramos a diferentes herramientas utilizadas en ellos. No las usaremos con el fin de crear un extraño ritual, aprovecharemos su utilidad indirecta para que nos allane el camino al amor que tanto deseamos.
-Velas especiales: Las famosas velas del amor nos ayudarán a relajarnos mientras visualizamos nuestro objetivo. Rezar delante de ellas no logrará que el amor surja en su interior, pero hará que centremos nuestros pensamientos y veamos las cosas con más perspectiva. No debemos cortarnos en usar las velas más rojas que encontremos, toda motivación es poca en este punto.
-Pétalos de rosa: Ya sea creando formas o esparciéndolos a nuestro alrededor, los pétalos de rosa muestran la pasión que sentimos por esa persona. Rodearnos de ellos nos darán la energía que necesitamos para afrontar el momento de declararnos. Si en vez de hechizos practicamos las palabras que usaremos y nos visualizamos confesándonos lograremos allanar mucho el camino.
-Gemas especiales: Las piedras y minerales se asocian a multitud de propiedades, tanto personales como relativas a las relaciones personales. El rubí es el más relacionado con el amor, en el que podremos depositar nuestra fé llevándolo encima mientras acudimos a una cita importante. Nos dará seguridad en nosotros mismos, permitiéndonos comportarnos como somos realmente.
-Especias: Canela, azafrán y otros condimentos son muy utilizados en los hechizos de amor. Su fragancia suele ser reconfortante, y no son productos difíciles de encontrar.