El amor verdadero es una de las mayores quimeras que existen en la vida del ser humano. Lo buscamos continuamente sin estar seguros de lo que es, deformando su significado según nos interesa. Entendemos por amor verdadero el sentimiento que se antepone a pesar de las circustancias adversas. Una definición de la que debemos extraer ante todo la idea de que un amor verdadero no es uno en el que aceptamos todo lo negativo con tal de seguir juntos.
El verdadero amor se junta el deseo, la confianza y la cercanía con la otra persona. Podemos darnos cuenta de que estar en una relación es casi imposible por falta de alguno de estos elementos.Tener un gran deseo sin notarnos cerca de ella o confiar plenamente en nuestros posibilidades son situaciones que se alejan de lo que es el auténtico amor verdadero. Es clave aceptar que si la relación no funciona no hay amor verdadero en ella. Lo típico de pensar que nos queremos pero que no conseguimos estar juntos es un error que acabamos pagando con el tiempo.
Reconocer el amor verdadero debe pasar por un ejercicio de sinceridad con nosotros mismos ante todo. Dudar de la otra persona, de nuestras capacidades para afrontar una relación o de sus sentimientos solo muestra la inseguridad que sentimos ante ella. No significa que en el amor verdadero todo sea perfecto y tampoco tenemos que obsesionarnos en buscar la pareja ideal. Una relación sana y realista debe ser capaz de afrontar también los momentos malos, las dificultades que todos vivimos tanto a nivel personal como en pareja.
Sí podemos asegurar que el amor verdadero existe mientras haya auténticas intenciones de vivirlo. Una persona que solo quiera algo esporádico o que dude de sí misma nunca podrá acceder al auténtico amor verdadero, necesitando primero aclararse consigo mismo y sus deseos antes que afrontar una auténtica relación con una persona que podría ser la definitiva.
Me ha encatado el post, la forma cómo tratas el amor es lo que yo busco!